En las últimas semanas, la Comunidad de Madrid ha logrado reducir drásticamente la incidencia del Coronavirus en su territorio. Además, Madrid lidera la recuperación económica de la nación, creando un tercio de los nuevos empleos del país. Países como Alemania felicitan a Ayuso por su gestión, e incluso el malogrado Fernando Simón ha tenido que reconocer, a regañadientes, el mérito de la Comunidad.
Sirva esto como contextualización (el que quiera entender, entenderá) para lo que diremos a continuación. Desde hace algunos días, políticos y medios de comunicación se llenan la boca con el (mal llamado) dumping fiscal de la Comunidad de Madrid – los beneficios que la Madrid ofrece a los patrimonios superiores a 700.000 euros, como parte de un ejercicio legítimo de autonomía tributaria. La desarmonización tributaria de las Comunidades vuelve a ser motivo de debate, y, en este sentido, el Sanedrín de radicales y progresistas degenerados preparan ya un plan para intervenir la Comunidad.
No sorprende la conjura del Ejecutivo de Sánchez contra Madrid. Por encima de las diferencias, hay un elemento que une a los partidos integrantes del Gobierno: su odio a España. Hoy día, Madrid abandera la dignidad nacional como pocas Comunidades – además de estar gobernada por la derecha (o lo que sea el PP).
Los enemigos de España dicen ahora que Madrid es un ‘paraíso fiscal’. La Comunidad de Madrid ha apostado por bajar determinados impuestos, y su prosperidad prueba que dicha iniciativa atrae riqueza y emprendimiento. No obstante, Madrid sigue cumpliendo sus obligaciones con el Estado: entre otras cosas, aporta más al fondo de solidaridad autonómico (70%, frente al 24% de Cataluña) y su deuda pública es más reducida (33.000 millones de euros, frente a los 79.000 de Cataluña). Ello contando con solo 3 impuestos propios (frente a los 18 de Cataluña).
Marta Vilalta (ERC): «Las personas ricas de Madrid viven a costa de las personas más pobres de Cataluña» https://t.co/91NYgqeI9z
— ABC.es (@abc_es) November 30, 2020
Hablamos de Cataluña porque es ERC, fundamentalmente, quien impulsa la campaña de descrédito de la Comunidad de Madrid. Pero otros dos socios (antagonistas) del Gobierno que secundan la moción son los partidos vascos. El concierto económico vasco es una aberración foral legada desde el siglo XIX, que resulta, entre otras cosas, en ese ilegítimo cupo (también conocido como cuponazo) por medio del cual la relación del País Vasco con el Estado le sale al primero a devolver año tras año.
🔴👉Madrid lidera la #recuperación y crea un tercio de los #empleos
🔴👉De tres CCAA con mayor renta per cápita, Madrid es la que menos retiene de lo que recauda (22%) frente a Cataluña (54%) y País Vasco (90%)
🔴👉Ahora bien, Madrid es acusada de insolidaria y 'dumping fiscal' pic.twitter.com/edlLI7Uogi
— John de Zulueta (@zulueta23) November 30, 2020
El chiste se cuenta solo. Los que más tienen que callar son los que tensan la cuerda de la fiscalidad, pero eso nos sirve como indicador de la ineptitud de los que nos gobiernan. Si alguien no ve la aversión del Gobierno y sus socios extremistas hacia Madrid, mejor que vaya al oculista.
Desde esta plataforma hemos defendido siempre – y seguiremos defendiendo – el buen hacer de quien lo hace bien, en abierta oposición a la injusticia y la privación de libertad. Es nuestro deber defender la dignidad de España frente a los herederos de ETA, la derecha nacionalista más rancia, los independentistas secesionistas, los comunistas bolivarianos y el PSOE de Sánchez (sobran los calificativos). Que los planes liberticidas y tiránicos del Gobierno fracasen depende de nosotros.
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