En las últimas semanas, Canarias atraviesa una crisis migratoria sin precedentes. El tráfico masivo de embarcaciones cargadas de inmigrantes ilegales desborda lugares como el Puerto de Arguineguín, y ello solo hace que agravar una situación de por sí insostenible, con las islas cerradas al turismo – su fuente primordial de ingresos – y las persianas de la hostelería y los comercios bajadas.
La avalancha migratoria se entiende mejor cuando tenemos en cuenta que los inmigrantes están siendo alojados en hoteles de 3 y 4 estrellas en desuso (forzoso) – mientras nuestros compatriotas esperan desesperadamente un salvavidas por parte de un Gobierno que les da la espalda. Se trata de un efecto llamada en toda regla, otra muestra de la negligencia criminal que caracteriza al Ejecutivo de Sánchez.
Desde algunos sectores se viene notando, además, que los perfiles de los inmigrantes que llegan últimamente están cambiando: vienen con los bolsillos llenos de dinero, armas blancas, pasaportes y teléfonos móviles – amén de una forma física excelente, por lo general. Además, se viene demostrando que los protocolos anti-Covid están siendo incumplidos sistemáticamente: algunos inmigrantes ilegales son portadores de la enfermedad, y así es que al menos 10 de los policías encargados de su custodia se han contagiado.
Cerca de 9.000 inmigrantes ilegales han llegado a las costas canarias en el último mes. El único paso significativo dado por el Gobierno en las últimas semanas ha sido la retirada de competencias al Jefe de la Guardia Civil de Canarias – que alertó de lo insostenible de la situación – por parte del ministro Marlaska. Es decir, que el Gobierno del progreso sigue haciendo de las suyas, y, mientras abandona a su suerte a los canarios – y a los españoles en general, no hace nada por evitar – en todo caso, diríamos que promueve – el colapso de las islas.
HASTA LA TELEVISIÓN ALEMANA SE HA HECHO ECO DEL ESCÁNDALO
Los canarios vienen reivindicando sus derechos en manifestaciones diversas, y desde esta plataforma no podemos sino mostrar nuestro apoyo sin ambages a su causa. La inmigración ilegal, descontrolada, es sinónimo de inestabilidad social y ruina económica. España atraviesa un momento crítico, y la situación en Canarias es particularmente desastrosa: no podemos permitirnos añadir más leña a un fuego que ya consume el país entero, y que cada día parece más difícil de apagar.
Ante la inacción de un Gobierno negligente y criminal, es nuestro deber como ciudadanos alzar la voz.
Exige al Gobierno que ponga fin a la avalancha de inmigrantes ilegales en Canarias.
¡Firma la petición!
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